DIAS QUE SI Y DIAS QUE NO.

Que curioso esto de correr. Que curiosas son las sensaciones que experimentamos. Hay días en los que no te apetece nada salir a correr, a pasar frío, a completar esas series tan puñeteras. Y al final, de mala gana te cambias, te calzas las zapatillas, te vas al parque o a la pista o donde sea, y poco a poco te vas sintiendo mejor, las piernas corren, la cabeza funciona, surge el "flow" y te vas a casa con una sonrisa de oreja a oreja.

¿Y otros días? Otros días te vas a comer el mundo. El entreno que te toca parece poca cosa. Vas mentalizado, vas preparado y !!!zas!!! ese día, ostión que te crió. Sufrimiento, padecimiento, un sinvivir. Pero de ahí también salen luego las carreras en las que participamos. De ese sufrimiento se aprende, se experimenta, te sirve para cuando te pones un dorsal y viene el tío del mazo. Al final como siempre decimos: "TODO SUMA". 

Y esto que os cuento en los anteriores párrafos es lo que me ha pasado a mí esta semana. Buenos entrenamientos, regulares y mazazo que te crió (aunque con causa justificada).

MARTES: Un frío del carajo. Me tocaba irme a casa desde el trabajo corriendo y pensaba que no iba a "padecer" el frío que me toco pasar. No era un entreno muy exigente. Apenas 50´. Pero apreté el culo de mala manera que cuanto antes acabase antes llegaba a casa y al calor. Al final salieron 10 kilómetros clavados en ese tiempo. Que contando con la subida al cementerio de San Isidro por medio, pues la verdad es que me dejo "calentito". 

MIÉRCOLES: El día mas suave de la semana. Me fui desde casa al trabajo. Me calcé las barefoot (poco a poco me voy sintiendo más cómodo con ellas) y completé 6 kilómetros muy "tranquilos". De nuevo metiendo cuestas (para llegar a mi trabajo o a casa no me queda mas remedio) y concentrándome en pisar "adecuadamente".

VIERNES: Doblé entrenos. Se que no se debe hacer y que no se debe recuperar un día lo que no has hecho el anterior, pero como la primera parte fue suave (de casa al trabajo) pues cuenta como entreno y medio, jejeje. Por la mañana los 6 kilometrillos de rigor con la cuesta de rigor (esta vez la Cuesta de San Vicente).

Y por la tarde la chicha. Las series. Concretamente 8 series de 2´. Que buen entreno me salió y que buenas sensaciones. Lo mejor, fueron esas sensaciones. Ese ver que te sale el entreno como has pensado y que todo "fluye". 

A ver, que tampoco es que mis ritmos sean "estratosféricos" pero a mi me sirve y para mi peso moverme durante esos 2´ a esa velocidad me deja un regusto muy agradable. 

Los ritmos en esos 2´ fueron tal que:

4,33 - 4,29 -  4,25 - 4,24 - 4,12 - 4,15 - 5,14 (estos 2´ en cuesta con un desnivel del 14%) y 4,30 (aquí aguanté 1´).

Así que el viernes lo acabe con algo más de 15 kilómetros en las piernas. Bien, ¿no?

DOMINGO: Buff. Petardazo. El sábado salí con Marian a cenar (después de 17 meses ya está bien) y entre que me puse gocho y me acosté tarde se junto una buena mezcla. A eso le sumamos que Alvarito decidió que como no le habíamos llevado nos iba a "putear" un poco y empezó el concierto a eso de las 3 de la mañana. Continuó a las 4 y a las cinco de la mañana, estaba en brazos de papa dando paseos por la casa. 

Una vez que se quedo dormido (a eso de las cinco y media) decidí que no me acostaba. Ducha rápida, cambio de ropajes y a correr al trabajo. Tocaba hacer 75´ a ritmo de 5,00. "Ná de ná". Cansado y con fresquito he apañado 60´ y gracias. 11 kilómetros muy cochineros, aunque también hay que contar que he metido doble sesión de cuestas. 

Para los que conoceis Madrid, he subido desde Príncipe Pío hasta el Palacio Real y luego desde Puerta de Toledo hasta la Plaza Mayor, así que el ritmo ha sido un poco más bajo por eso.

Pero estos días también suman. No muchos kilómetros, pero si vienen bien para activar el coco y no venirnos abajo en los malos momentos.

Así que otra semana que se acaba. 42 kilómetros a la buchaca y la mente puesta en la media de Getafe en un par de semanas. A ver si el tiempo nos respeta y Álvaro me da una tregua por las noches. De lo demás ya me encargo yo.