Corriendo con el amigo invisible.

Porque vamos a ver. De todos los que seguís mi humilde blog aquí en España, e incluso allende los mares (que también los hay), que levante la mano todo aquel  que alguna vez ha tenido o aún tiene un amigo invisible al que le cuenta todo lo que le pasa, con el que juega de vez en cuando, con el que se pelea, lo que sea... Pues yo hoy he salido con mi amigo invisible a correr por la Casa de Campo.

Tipo de entrenamiento: Tirada larga rolando a cansina.

Zapatillas: Asics Gel Kayano 16

Temperatura: Fresquito para mi. Para mi amigo invisible hacia calor.

Distancia:  16 kilómetros.

Tiempo: 1:33:54.

Ritmo medio: 5:52 min/km.

FC Media: 146 ppm.
Enlace Garmin: http://connect.garmin.com/activity/68878291

Pues como os comentaba antes, en un principio hoy al menda lerenda le tocaban hacer unas series de 1000 metros, a ritmo, digamos "vivo", pero, oh sorpresa, al llegar a la CDC se ha encontrado con su "amigo" invisible, con lo cual, ha habido cambio de planes, dejando las series para mejor ocasión y realizando la clásica tirada larga alrededor de la CDC buscando la tapia. Total, 16 kilómetros de nada que han salido como quien no quiere la cosa.

Bueno, tan así no han salido, que leches, que ha costado lo suyo, pero bueno. La primera parte, los cuatro primeros kilómetros aproximadamente han sido los más duros, primero porque vas en frío y segundo porque son un continuo subir y subir y subir sin apenas un rato llano.

A partir de ahí y hasta la fuente que se encuentra al final del llamado Paseo de Garabitas, el ritmo se ha hecho más cómodo, buscando incluso algún cambio de ritmo para castigarnos un poco más. Decir que mi amigo invisible se ha encontrado muy agusto en todo momento y apenas ha notado sus carreras invisibles de esta semana (está hecho un toro el jodío)...
Parada en la fuente para echar un trago de agua y seguir y "jod**, cagónto con la p*** fuente y sin agua, esto es la os***", así que hala, a seguir trotando otro poco en busca del arroyo que hay un poco más abajo (no para beber, eh, que no iba tan mal) y a tomar la carretera para cruzar por encima de las vías del tren.

Ahí, dos opciones:
a) A la derecha con lo que acortamos algo y nos castigamos menos.
b) A la izquierda que es todo lo contrario a la a.

Os imagináis lo que mi amigo invisible ha elegido, ¿no?. Pues eso, a sufrir otro poco. Tampoco mucho porque ese tramo hasta llegar de nuevo junto a las vías es casi todo de bajada y no se hace muy difícil, aunque los kilómetros van pesando en las piernas y sobre todo en la cabeza. Llegada a las vías y junto a ella una fuente donde siempre hay agua (por suerte esta no la cortan en todo el año), con lo que aprovecho para tirar de gel y tragito de agua y afrontar los dos últimos kilómetros hasta el coche.

- ¿Dos kilómetros?
- Si.
- Que va, si el paper trainer hoy marcaba 16 kilómetros y nos quedarían 4.
- Amosnomejodas.
- Si, majete, si...
(Conversación mantenida entre mi persona y mi amigo invisible).

Pues nada, a seguir corriendo, aunque bueno, aquí ha habido un tramo en el que mas que correr se ha trotado y llegada a los coches (que he mirado de reojo porque aun quedaban dos kilómetros más) y a seguir sufrien... digo corriendo más con el corazón que con las piernas, aunque he de decir, y podéis ver en la gráfica, que mi amigo invisible, a parte es un picado, porque nos hemos azuzado un poquito en el último kilómetro, y ya veis que rico ha salido el ritmo.

Llegada al coche, estiramientos varios y a conciencia, cambio rápido de ropajes (que hacía frío) y al Urogallo, porque hoy si, hoy me había ganado la cerveza a base de bien.
Despedida de mi amigo invisible (que no me va a acompañar a todos los lados) y poco más. Pensando en el último entreno de la semana a realizar el domingo, que será más bien suave para compensar con lo de hoy.

Nada más, que muchas gracias a todos por seguir ahí leyendo este humilde blog y que dentro de nada nos vemos de nuevo por aquí.

Un saludo.

Javi.