A 7 DÍAS DE VALENCIA.

Una semana. Menos ya. Eso es lo que queda para lo que iba a ser mi gran cita del año. Pero no. Al final ha quedado en un "uy", en un "casi" pero no ha podido ser.

Aún así iré a la ciudad del Turia (toma frase preparada) a disfrutar del ambiente "runeril", a conocer la ciudad, y oye, ya que estoy, a realizar la carrera de los 10 kilómetros, sobre todo por la ilusión que me hace acabar en la pasarela por encima del agua que han puesto en la zona de meta. 

Incluso voy a intentar acercarme a 45´ en ese diez mil. Hace 15 días en Madrid hice 47:11 así que tocará apretar el culo y sobre todo las piernas para ver si llegamos a ese tiempo.

Por lo demás, pues poco más que contar. Ahora parezco triatleta, más que nada porque toco todos los palos, aunque bastante mediocremente.

He metido dos días de natación llegando el segundo día a los 750 metros (todo un logro para mí) y también he metido un par de sesiones exigentes en el rodillo.

Ah, y hoy me he calzado las zapatillas tras dos semanas de parón. Algo más de 30´ para 6 kilómetros. Sensaciones encontradas. Por un  lado contento por sentir el aire en la cara.  Demasiado aire, pero vale. 
Y en contra, pues las molestias  que persisten.

Y nada más. Tengo que hacer una entrada con todo lo acontecido estos últimos meses. Con la preparación para el maratón durante los meses de verano, con el rollo de la lesión y con lo duro que resulta preparar todo esto. Como leí a alguien hace tiempo, creo que un pro, aunque no estoy seguro: "El día del maratón, el día D, ese día hay que disfrutar al máximo. Lo duro, ha sido toda la preparación anterior". Y joder, que razón tiene.

Abrazos.