Uff. Tendríais que haber estado en el Palacio Real esta tarde conmigo. Había terminado de trabajar, me había cambiado, había refunfuñado por olvidarme el Garminforirauner en casa y estaba empezando a entrar en calor camino de Príncipe Pío. Y allí estaba, a lo lejos (no demasiado). Una franja de nubes negras cargadas de lluvia y más negras que los coj.... un grillo, amenazantes y viniendo hacía donde yo estaba.
Llego a Madrid Río y ahí sigue la franja de nubes. ¿Que hago? ¿Giro a la derecha hacia el Puente de los Franceses o me voy hacia el Vicente Calderón para irme a casa, por si acaso? Y como soy un hombre prevenido decido irme hacia casa, aunque si veo que finalmente no llueve puedo alargar por el parque.
Y así ha sido. Mucho aire, muchas nubes y cuando decido darme una vuelta por el parque empieza a llover. No mucho, aunque con el aire de cara, hacía más daño en las piernas que otra cosa. Y con frío, mucho frío. Parece mentira. En enero y febrero he ido casi en manga corta y hoy he echado de menos los guantes.
Al final, vuelta hacia casa por el Parque de San Isidro, intentando mantener el ritmo incluso subiendo la cuesta desde la Ermita del Santo. 46´ para hacer 9,000 kilómetros a una media de 5,07 min/km.
Buenas sensaciones, aunque con las piernas un poco cargadas de estar de pie todo el día, pero aguantando bien para mantener un ritmo constante mas o menos decente.
Veremos lo que nos aguarda para la semana que viene.
Un saludo.
Esa sensación de tener las piernas cargadas después de estar todo el de pie andando de un lado para otro me resulta muy familiar; en el restaurante también paso ocho horas al día sin sentarme, pero al cabo de los años uno se acostumbra y casi se lo toma como un pequeño entreno, ¿no?; ánimo y a seguir disfrutando, campeón.
ResponderEliminarEl tiempo esta loco,como nosotros.jajajajaj
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